Retorno a los clásicos
de aventuras
César Mallorquí rinde homenaje
a Julio Verne y a los grandes autores clásicos en La isla de Bowen.

Su despacho es un puro cachivache.
Colecciona caleidoscopios, robots de lata, figuras de Tintín y superhéroes, y
libros de consulta porque odia dejar
cabos sueltos. “Para que un lector se crea lo que se le cuenta, aunque sea una
historia fantástica, no puedes fallar en los detalles. De la moda, de las
costumbres, los precios de las cosas…”, piensa el autor elegido por la
Biblioteca Nacional para celebrar este año el día del libro infantil y juvenil.
La isla de Bowen, un libro de
aventuras cada vez más trepidante, atrapa al lector desde la primera página. “Aunque
he querido vincularlo a los clásicos de aventuras de siempre, el comienzo es
como el de un policiaco. El lector de ahora no resiste un prólogo larguísimo,
como los de antes, en el que no pasa nada. Si no pica el anzuelo pronto –esta vez
con un muerto- lo deja”.
Mallorquí ha estudiado con
precisión el mundo de los barcos para escribir este homenaje a Julio Verne –con
especial referencias a 20.000 leguas de
viaje submarino y Viaje al centro de
la Tierra- y a los grandes autores clásicos: H. G. Wells, Conan Doyle o
Joseph Rudyard Kipling. Temía hacer una copia y caer en el “pastiche”[iv],
así que la trama no la sitúo en la mitad del siglo XIX sino en el XX. Gira en
torno a cuatro elementos –un barco, una isla, un volcán y un dirigible- y se
desarrolla entre España, Reino Unido y Noruega. “No lo he escrito pensando en
un perfil sino lo que querría leer. Y gusta casi más a adultos que a adolescentes”. De hecho la
cubierta del libro huye de la estética juvenil.
Su ordenador, pegado a la
ventana, es también hoy una de sus fuentes de consulta. “Me documenté muchísimo
para La isla de Bowen y vi un
documental de la Antártida en You Tube, y me abstraje tanto que llegué a
asustarme. Sentí cómo el agua helada rozaba el anorak”.
Elisa Silió. El País. Babelia 25.05.13
[i] Trufado:
metafóricamente, estar relleno, como se rellenan los pavos y aves de trufas.
[ii] Anglófonos:
que suenan a la lengua inglesa.
[iii]
Western. Palabra inglesa que significa “oeste”. Aquí se trata del género de
aventuras de vaqueros.
[iv]
Pastiche: Imitación o plagio que consiste en tomar determinados elementos
característicos de la obra de un artista y combinarlos, de forma que den la
impresión de ser una creación independiente.
RECOMENDAMOS DE LA BIBLIOGRAFÍA DEL AUTOR: LA CATEDRAL


No evita aquellos rasgos de moda entre los adolescentes como la aparición de Templarios y asesinatos para aderezar la historia de por sí interesante.
Como ves, está en varias editoriales con lo que puedes escoger la que más te convenga y al ser una obra que ya cuenta con algunos años puedes encontrarla en las Bibliotecas dentro de la sección juvenil. Yo la recomiendo para alumnos de 3º ESO ya que en el curriculo de Lengua española y Literatura se han visto las tendencias literarias de la Edad Media y ayuda a la comprensión de la época. Sin embargo, pueden leerla adolescentes un poco más jóvenes y alguno más mayor porque capta bien.
Animamos a que no os perdáis las aventuras de Telmo Yáñez y sus amigos.
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